18 de Octubre de 2019 –
Día de la Alianza de Amor
Lc
2, 46 – 51
Jdt
13, 17 – 20; 15, 9
Aliados con María,
apóstoles por la vida y la familia
Queridos hermanos y
hermanas:
Celebramos hoy una doble fiesta. Por un lado celebramos
los 105 años de la primera Alianza de Amor, y así, nos unimos a ese momento de gracia del 18 de
Octubre de 1914.
En
ese entonces, el P. José Kentenich y un grupo de jóvenes estudiantes sellaban
una Alianza de Amor con María, ofreciéndole a Ella su autoeducación y su seria
aspiración a la santidad. Por medio de ese ofrecimiento esperaban inducir a la
Madre de Dios a que se estableciese de forma especial en la pequeña capilla de
Schoenstatt, convirtiéndola así en un Santuario.
La historia posterior y la resultante creadora han
demostrado que el ofrecimiento fue aceptado, y que María estableció su trono de
gracias en Schoenstatt, desde donde atrae corazones jóvenes para educarlos como
instrumentos suyos.
Por otro lado, celebramos los 38 años de bendición de
este Santuario de Tupãrenda. Un Santuario que es fruto del fervor de los
primeros aquí en Paraguay. Un Santuario que lleva por nombre y misión: Nación de Dios, corazón de América.
En ambos casos se trata de la Alianza de Amor con María.
Y hoy queremos no sólo renovar la Alianza, sino que
queremos volver a asumirla y escribir nuestra parte en esta historia sagrada,
en esta historia de fe y amor que se inició en 1914. A nosotros hoy nos toca
ser: “Aliados con María, apóstoles por la
vida y la familia.”
Aliados con María
Como hace 105 años; como hace 38 años, hoy es un día de
gracias, un día de Alianza. María sale a nuestro encuentro desde el Santuario y
nos invita a vivir en Alianza con Ella.
¿Qué significa vivir en Alianza con María?
Descubrirla como persona viva que realmente habita en el
Santuario y con la cual me puedo encontrar para abrirle mi corazón y entregarle
mis alegrías y angustias; mis capacidades y mis debilidades. Le entrego a Ella
mi corazón y Ella me entrega el suyo.
Vivir en Alianza con Ella es confiar en que Ella está
conmigo, me conoce, me ama y me cuida. A Ella podemos aplicar las palabras
tomadas del Libro de Judit: «no vacilaste en exponer tu vida, al ver la
humillación de nuestro pueblo» (Jdt
13, 20).
María no vacila en salir a nuestro encuentro en medio de
nuestras necesidades. El que vive en Alianza de Amor con María nunca está solo
ni desamparado. Se sabe y se experimenta constantemente cobijado en el corazón
de su Madre y Aliada.
Apóstoles por la vida y la
familia
Y esa certeza que brinda el estar cobijado en el corazón
de María nos lleva a ponernos a su servicio. Nos lleva a ofrecernos como sus
instrumentos para compartir con otros lo que Ella nos otorga en el Santuario.
Por eso, este día de Alianza es también un día de envío.
Hoy somos enviados como apóstoles por la vida y la familia. Somos enviados a
cuidar la vida de nuestros hermanos y a anunciar, con nuestro testimonio alegre
y sencillo, que la familia es “un estar el uno en el otro, con el otro, para el
otro.”[1]
¡Qué misión más hermosa y exigente!
Homilía durante la Misa por la Salud, Fiesta Patronal del Santuario de Tupãrenda 2019. Foto de Joha Goodacre. |
Llenos del amor que recibimos en la Alianza cuidamos
nuestras familias: nos perdonamos los unos a los otros; estamos presentes de
corazón el uno para el otro sin distracciones ni apuros; creemos en lo bueno
que hay en el otro y lo alentamos a crecer; nos acompañamos y compartimos la
vida cotidiana. ¡Tantas formas de cuidar la familia aliados con María!
Hermanos y hermanas, hoy renovamos la Alianza de Amor con
María. Hoy volvemos a experimentarnos cobijados en su corazón. Renovamos
también nuestro compromiso de cuidar la vida y cuidar nuestras familias. Les
animo a que cada uno tome hoy un propósito, y se anime a tener un gesto de
cuidado con la vida de una persona. Y que al realizar este gesto sepa y crea
que a través del mismo, llega a otros el cuidado tierno, fuerte y maternal de
María.
Madre de la ternura y la fortaleza, al renovar hoy la
Alianza contigo, enséñanos a cuidar de los demás tal como Tú lo haces con
nosotros:
“Aseméjanos a ti, y
enséñanos
a caminar por la vida tal como tú lo
hiciste:
fuerte y digna, sencilla y bondadosa,
repartiendo amor, paz y alegría.
En nosotros recorre nuestro tiempo
preparándolo para Cristo Jesús.”[2] Amén.
[1] P.
JOSÉ KENTENICH, La Clave para entender Schoenstatt
(Patris, Córdoba 2017), 16.
[2] P.
JOSÉ KENTENICH, Hacia el Padre, estrofa
609.