La vida es camino

Creo que una buena imagen para comprender la vida es la del camino. Sí, la vida es un camino. Y vivir se trata de aprender a andar ese camino único y original que es la vida de cada uno.
Y si la vida es un camino -un camino lleno de paradojas- nuestra tarea de vida es simplemente aprender a caminar, aprender a vivir. Y como todo aprender, el vivir es también un proceso de vida.
Se trata entonces de aprender a caminar, aprender a dar nuestros propios pasos, a veces pequeños, otras veces más grandes. Se trata de aprender a caminar con otros, a veces aprender a esperarlos en el camino y otras veces dejarnos ayudar en el camino. Se trata de volver a levantarnos una y otra vez cuando nos caemos. Se trata de descubrir que este camino es una peregrinación con Jesucristo hacia el hogar, hacia el Padre.
Y la buena noticia es que si podemos aprender a caminar, entonces también podemos aprender a vivir, podemos aprender a amar... Podemos aprender a caminar con otros...
De eso se trata este espacio, de las paradojas del camino de la vida, del anhelo de aprender a caminar, aprender a vivir, aprender a amar. Caminemos juntos!

jueves, 14 de marzo de 2013

¡Tenemos Papa Francisco!


¡Tenemos Papa Francisco!
Queridos amigos y amigas:

El día de ayer (13 de marzo), día de la elección del nuevo Papa ha sido un intenso y emocionante día.

Desde el Colegio Mayor P. José Kentenich –en Santiago de Chile- lo vivimos como un momento de sorpresa, de alegría y de gran esperanza. Para ser sinceros no esperábamos que la fumata de la tarde de ayer fuese blanca, sin embargo, a las 15:05 hora de Chile la famosa chimenea de la Capilla Sixtina nos sorprendía al despedir grandes bocanadas de humo blanco que anunciaban a Roma y al mundo la elección de un nuevo Papa, de un nuevo Obispo de Roma y Vicario de Cristo.

Con emoción sonó también la campana de nuestro Santuario Sión de la Trinidad, había que compartir esta gran alegría –gaudium magnum-. De a poco fuimos reuniéndonos en torno al televisor para conocer a nuestro nuevo Papa y escucharlo.

Un momento de sorpresa

A medida que veíamos cómo la gente se acercaba a la plaza de San Pedro en Roma, crecía también nuestra expectación. “¿A quién habrán elegido?”, “¿será italiano o norte americano?”, “¿de Milán, Boston, Sao Paulo, o de la Curia?”. Como lo eligieron relativamente rápido –en la quinta votación del Cónclave- muchos pensamos que podría ser alguno de los “papables” que tanto habían mencionado los medios de comunicación.

Grande fue nuestra sorpresa, cuando un anciano cardenal proto-diácono hizo el anuncio con la conocida fórmula en latín: “Annuntio vobis gaudium magnum; Habemus Papam: Eminentissimum ac reverendissimum Dominum, Dominum Georgium Marium Sanctae Romanae Ecclessiae Cardinalem Bergoglio, qui sibi nomen imposuit Franciscum”.[1]


“¡Es Bergoglio!”, “¡es argentino!”, “¡es latino americano!”. Estos fueron algunos de los gritos llenos de sorpresa y de alegría. Sinceramente no lo esperábamos, no lo podíamos creer. Para nuestra gran sorpresa Latino América ofrecía a la Iglesia universal un Sucesor de Pedro.

Un momento de alegría

A la sorpresa sucedió pronto la alegría al ver salir por el balcón de la logia de la basílica de San Pedro al nuevo Papa, a nuestro Papa, vestido sencillamente con la sotana blanca, característica de los Romanos Pontífices.

Fue una gran alegría escuchar su voz y sus primeras palabras: “Hermanos y hermanas, buenas tardes. Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. Gracias.”[2] Aquí tenemos a un hombre que sencillamente saluda al pueblo de Roma –y al mundo- presentándose como Obispo de Roma, como pastor de aquellos que lo esperan. Su actitud en esta primera aparición pública impresiona, denota ya la llaneza y la sencillez que ya la elección del nombre papal anuncia.
Un gesto que personalmente agradezco muy sinceramente fue el recuerdo a “nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI, pidió que “oremos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja.”[3] También nosotros, en casa, a través de la televisión -pero sobre todo a través de una profunda comunión- nos unimos a Él y a tantos en San Pedro y el mundo, en ese momento de oración. ¡Qué impresionante! Ésta es la Iglesia viva: la Iglesia se orienta por la oración, por el ponerse en la presencia de su Señor.
Un momento de esperanza
Finalmente un gesto impresionante de nuestro Papa Francisco. Antes de dar la bendición Urbi et Orbi, Él, Obispo de Roma, pide a los fieles que oren por él y se inclina con sencillez para recibir la oración del pueblo de Dios por su pastor: “Y ahora quisiera dar la Bendición, pero antes, antes, os pido un favor: antes que el Obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis para el que Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la Bendición para su Obispo.”[4]
Cuando rezamos por Él, en mi corazón le pedí a Cristo -quien nos ha regalado este pastor para este tiempo- que le infundiera valentía para su ministerio, que le hiciera sentir su cercanía y sobre todo que todos los cristianos le demos nuestro afecto, colaboración  y obediencia.
Empezamos con él una nueva etapa del camino multisecular de la Iglesia, un camino que Él ha descrito como “un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros”[5].
La esperanza vuelve una vez más a renacer, porque esperamos y confiamos, en que con ayuda de nuestro Papa Francisco podremos una vez más ponernos en camino para aprender a vivir el Evangelio. Personalmente pienso que este Papa querrá enseñarnos no sólo con sus palabras sino sobre todo con sus gestos y opciones, tendremos que estar atentos y abiertos. El Señor Jesús nos sorprende nuevamente y nos invita a ponernos en camino.
Finalmente, aquí en el Colegio Mayor, todos acudimos a nuestros Santuario para poner en manos de María, nuestra Madre, Madre de Dios y de la Iglesia, a Francisco, nuestro Obispo de Roma, nuestro Papa. Papa Francisco, rezamos por ti, rezamos por vos.



[1] FRANCISCO, Bendición Urbi et Orbi del 13 de marzo de 2013. Disponible: http://www.vatican.va/holy_father/francesco/elezione/index_sp.htm
[2]Ídem
[3] Ídem
[4] Ídem
[5] Ídem

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