La vida es camino

Creo que una buena imagen para comprender la vida es la del camino. Sí, la vida es un camino. Y vivir se trata de aprender a andar ese camino único y original que es la vida de cada uno.
Y si la vida es un camino -un camino lleno de paradojas- nuestra tarea de vida es simplemente aprender a caminar, aprender a vivir. Y como todo aprender, el vivir es también un proceso de vida.
Se trata entonces de aprender a caminar, aprender a dar nuestros propios pasos, a veces pequeños, otras veces más grandes. Se trata de aprender a caminar con otros, a veces aprender a esperarlos en el camino y otras veces dejarnos ayudar en el camino. Se trata de volver a levantarnos una y otra vez cuando nos caemos. Se trata de descubrir que este camino es una peregrinación con Jesucristo hacia el hogar, hacia el Padre.
Y la buena noticia es que si podemos aprender a caminar, entonces también podemos aprender a vivir, podemos aprender a amar... Podemos aprender a caminar con otros...
De eso se trata este espacio, de las paradojas del camino de la vida, del anhelo de aprender a caminar, aprender a vivir, aprender a amar. Caminemos juntos!

viernes, 9 de octubre de 2020

Con María, Reina de la Salud, nos educamos a nosotros mismos como personalidades recias, libres y apostólicas

 

Novenario en preparación al 18 de Octubre de 2020

Primer día del Novenario

Lc 11, 15 - 26

 Con María, Reina de la Salud,

nos educamos a nosotros mismos

como personalidades recias, libres y apostólicas

 

Queridos hermanos y hermanas:

            Iniciamos hoy el tiempo del Novenario en preparación al 18 de Octubre, tiempo especial, tiempo de gracia en el cual queremos preparar nuestros corazones para renovar la Alianza de Amor con María y nuestro Bautismo en Cristo.

            Vivamos cada día del Novenario como un día único, especial. Un día en el cual Cristo y María salen a nuestro encuentro para decirnos: “¡Ánimo! ¡Alégrate! Estoy contigo!”.

            Quien cree nunca está solo. Siempre vive todas las circunstancias de la vida con Cristo y María. En la intimidad siempre son tres corazones: el aliado, María y Jesús, se trata de una “tri-unidad” de amor.

«El Reino de Dios ha llegado a ustedes»

            En el Evangelio (Lc 11, 15 – 26) Jesús nos dice: «Si yo expulso a los demonios con la fuerza de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes» (Lc 11, 20)

            «El Reino de Dios ha llegado a ustedes», es el anuncio que Jesús nos hace a cada uno de nosotros; es el don que Jesús nos hace a cada uno de nosotros.

            Desde el momento en que nos encontramos con el Señor, desde el momento en que Él nos encontró a nosotros, nuestra vida comenzó a cambiar de a poco. De a poco el Reino de Dios se hizo presente en nuestras vidas. Ese Reino que san Pablo describe de la siguiente manera: «el Reino de Dios no es cuestión de comida o de bebida, sino de justicia, de paz y de gozo en el Espíritu Santo» (Rm 14, 17).

            Justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Son los signos de la presencia del Reino de Dios en nuestra vida. Y cuando trabajamos en nuestras familias y en nosotros mismos por la justicia en las relaciones interpersonales y sociales, la paz en los corazones y la alegría en la comunidad, Jesús va expulsando de nuestras vidas diversos demonios y malos espíritus. “Quienes se dejan salvar por Jesús son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.”[1]

Con María, nos educamos a nosotros mismos

           

Primer día del Novenario en preparación
al 18 de Octubre de 2020.
Iglesia Santa María de la Trinidad,
Santuario de Tup
ãrenda, Paraguay.

Si bien el Reino de Dios es un don que nos trae Jesús, también es una tarea para nosotros el recibir y cultivar este don.

            ¿Cómo lo hacemos? Por medio de la auto-educación. “Con María, Reina de la Salud, nos educamos a nosotros mismos como personalidades recias, libres y apostólicas.”

            Esa es la manera concreta de recibir el don del Reino y de cultivarlo. Esa es la manera concreta de “recoger con Jesús” (cf. Lc 11, 23).

            La auto-educación de nuestra personalidad no reemplaza la gracia de Dios, la acción de Jesús; sino que nos predispone a recibir mejor la gracia de Dios. Es como preparar la tierra del corazón para recibir la semilla del Reino de Dios. En una personalidad recia –con principios y valores claros-, libre –de los estados de ánimo y del egoísmo- y apostólica, el Reino de Dios puede manifestarse sin obstáculos y así ser fecundo en el corazón, en la familia y en la comunidad.

            Volvamos a comprometernos con la auto-educación de nuestra personalidad para recibir de Jesús el Reino de Dios en nuestras vidas.

            Reina de la Salud, ruega por nosotros.

            Reina de la Salud, cuenta con notros. Amén.

 

P. Oscar Iván Saldívar

Rector del Santuario de Tupãrenda

9 de Octubre de 2020

[1] PAPA FRANCISCO, Evangelii Gaudium, 1.

1 comentario:

  1. En TRIUNIDAD, dócil al Espíritu de "dejo educar" y emprendo siempre el camino de la autoeducacion.
    GRACIAS PADRE OSCAR ! Oramos por su vida siempre. Nelly y Alfredo

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