Domingo 13° del tiempo
durante el año – Ciclo C
Lc
9, 51 – 62
«Sígueme»
Queridos hermanos y
hermanas:
En este Domingo 13°
del tiempo durante el año, los textos de la Liturgia de la Palabra nos invitan a meditar sobre el llamado y el
seguimiento. En el fondo, ambos temas nos muestran la naturaleza particular del
discipulado cristiano.
«Lo ungirás como profeta
en lugar de ti»
La primera lectura, tomada del Primer Libro de los Reyes (1
Rey 19, 16b. 19 – 21), al relatarnos la elección y llamamiento de Eliseo
nos señala que la iniciativa del llamado proviene de Dios mismo: «El Señor dijo a Elías: “A Eliseo, hijo de
Safat, de Abel Mejolá, lo ungirás profeta en lugar de ti.”» (1 Rey 19, 16b).
No es Eliseo el que se auto-convoca, ni es Elías quien
elige a su sucesor. El Señor señala a Elías quién lo sucederá y a través de
Elías, Eliseo escucha el llamado de Dios. Eliseo ha sido elegido y llamado. Su elección
y vocación son en primer lugar un don. Recién un segundo momento la vocación de
Eliseo se manifiesta como repuesta a la llamada recibida y como seguimiento.
Lo mismo sucede con los apóstoles de Jesús y con nosotros
los bautizados. ¿Cómo no recordar aquellas palabras de Jesús: «No son ustedes los que me eligieron a mí,
sino yo el que los elegí a ustedes»? (Jn
15, 16a).
Sí, Jesús nos ha elegido a cada uno de nosotros y nos ha
llamado de forma personal por medio de su Iglesia en el Bautismo. ¡Qué hermoso
sería dedicarnos a meditar sobre esto! Dedicarle tiempo a tomar conciencia de
que ser cristiano es un don, un regalo. El hecho de que cada uno de nosotros
sea cristiano es un don porque hemos sigo elegidos gratuitamente –sin mérito
nuestro- y hemos sido amados por Otro antes de que nosotros lo amemos a Él (cf.
1 Jn 4, 9 - 10).
«El Señor es la parte de
mi herencia y mi cáliz»
Y en la medida en que vamos tomando conciencia de que “ser
cristiano es ante todo un don, (…) que luego se desarrolla en la dinámica del
vivir y poner en práctica este don”[1];
en esa medida, vamos asumiendo nuestra vocación cristiana y la vamos viviendo
con todo el corazón.
Es decir, cuando el discípulo se sabe y se siente amado,
elegido y llamado, él mismo desea responder con amor al amor que se le ha
regalado antes. Es lo que expresa el salmista cuando dice: «El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz» (Salmo 15 [16], 5).
El israelita que ha sido llamado al servicio del Señor en
el Templo de Jerusalén renuncia a una heredad –un terreno- en la tierra
prometida ya que el Señor mismo se convierte en la tierra donde él se arraiga y
de la cual se nutre. Es tan grande el don de ser llamado que para acogerlo se
renuncia a todo otro don, a toda otra seguridad, a toda otra alegría.
«Sígueme»
Vocación de san Bartolomé. Raúl Berzosa, 2013. Librilla, Murcia, España. |
La disponibilidad que permite al discípulo salir de su zona
de confort porque su hogar último y su cobijamiento están con Cristo en el corazón
del Padre (cf. Lc 9, 57 – 58). La incondicionalidad
que es respuesta al amor incondicional con el cual Jesús nos amó hasta el extremo
y nos sigue amando (cf. Lc 9, 59 – 60).
La consciencia de misión que hace que toda nuestra vida esté decididamente orientada
(cf. Lc 9, 61 – 62) hacia aquello que el Señor nos pide realiza: «Tú ve a anuncia el Reino de Dios» (Lc 9, 60).
Las exigencias que Jesús plantea en su seguimiento se entienden
solamente si comprendemos que la elección y el llamado son un gran don. Todo gran
don para ser acogido adecuadamente en el corazón humano requiere de decisiones radicales
y exigentes. Por ello, Jesús nos llama hoy a vivir nuestra vocación cristiana con
alegría y generosidad dejando de lado toda mediocridad. Se trata de “una elección
libre y consciente, hecha por amor, para corresponder a la gracia inestimable de
Dios.”[2]
A María, Mater et discipula
magnanima – Madre y discípula generosa, le pedimos que nos eduque en nuestra
vocación cristiana, de modo que siempre redescubramos el gran don de ser cristianos
y así respondamos con generosidad a nuestra vocación en el seguimiento diario de
Jesús, nuestro Señor. Amén.
P. Oscar Iván Saldívar,
I.Sch.
Domingo 30 de Junio
de 2019
Santuario de Tupãrenda
[1] J.
RATZINGER/BENEDICTO XVI, Jesús de
Nazaret. Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección (Ediciones
Encuentro, Madrid 2011), 83.
[2] PAPA
FRANCISCO, Ángelus, domingo 30 de junio
de 2019 [en
línea]. [fecha de consulta: 30 de junio de 2019]. Disponible en: <https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-06/papa-itinerancia-prontitud-decision-discipulos-jesus.html>
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